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¿Cómo hacer la optimización SEO de un post?

optimización SEO de un post

La optimización SEO es una de las tareas básicas de cualquier redactor, editor o content manager especializado en posicionamiento orgánico. Si has llegado hace poco al -maravilloso- mundo del SEO déjame aclararte una cosa: Tendrás suerte si al menos la mitad de tus contenidos alcanza los objetivos propuestos a la primera. Las revisiones y actualizaciones son fundamentales para sacarle el máximo rendimiento posible a una estrategia de contenidos.

Cuando se trabaja un blog con un objetivo SEO en mente la clave nunca está en publicar por publicar. Es importante perseguir unos objetivos concretos, trabajar los contenidos con cabeza y seguir unas pautas básicas para asegurarnos de que el contenido es SEO friendly.

Por otro lado, -y muy importante- lo que no tiene ningún sentido es seguir creando contenidos sin ton ni son cuando los que ya han sido publicados no están funcionando tan bien cómo te gustaría. Por cierto, si quieres saber qué tal están funcionando tus artículos, recuerda que puedes hacerlo con un análisis de contenido.

Hay muchas razones por las que un post SEO puede no estar posicionando tan bien cómo esperabas. Por ejemplo, hay veces que el problema está en la keyword elegida o en el enfoque del contenido; otras, está en la longitud o la estructuración del post. También puede que el contenido directamente no sea SEO friendly o que sea necesario trabajar otros aspectos más allá de la redacción para conseguir el posicionamiento deseado.

En definitiva, hay muchos factores que pueden hacer que este contenido que te parecía tan bien redactado sea una porquería desde el punto de vista del posicionamiento orgánico. Tranquilidad, prácticamente todo tiene solución si sabemos ver el margen de mejora.

En este artículo te doy algunos consejos básicos de optimización SEO para post que podrás aplicar tanto para actualizar los contenidos de tu blog que no estén funcionando tan bien cómo te gustaría como para crear artículos desde cero que jueguen con ventaja.

Asegúrate de haber elegido la keyword adecuada

Lo primero que tienes que valorar a la hora de optimizar un contenido SEO -ya sea mediante un update o cuando lo estés creando desde cero- es si realmente el esfuerzo merecerá la pena. Dicho de otra manera, es fundamental saber si el contenido que quieres crear u optimizar para una keyword concreta realmente tiene posibilidades de rankear y ofrecerte lo que realmente estás buscando: tráfico y conversiones.

Ahora viene la pregunta lógica, ¿cómo saber si merece la pena trabajar X keyword en tu estrategia de content marketing?

¡Vamos a ello! Aunque, recuerda, estos consejos son para valorar palabras clave única y exclusivamente desde un punto de vista SEO. Es fundamental tener en cuenta que en tu estrategia de contenidos también tienen cabida términos que puedan resultar interesantes desde el punto de vista de tu modelo de negocio y/o artículos enfocados a trabajar tu marca. Una vez aclarado esto, te cuento qué criterios puedes tomar como referencia para valorar si estás trabajando la palabra clave adecuada desde una perspectiva SEO.

Fíjate en el tráfico potencial

A la hora de plantear una estrategia de contenidos muchas personas se dejan guiar por un único valor SEO, el volumen. La mayoría de herramientas te ofrecen este valor y aunque sea un punto de referencia, apostar por la palabra clave con más volumen no siempre es la opción adecuada.

¿Por qué? Básicamente por dos razones:

  1. Hay búsquedas que no siempre llevan a un clic: Es decir, hay ciertos términos con mucho volumen de búsquedas pero que realmente no te atraen visitas web porque la duda del usuario puede responderse directamente desde la SERP. Por ejemplo, las clásicas preguntas muy concretas cuya respuesta puede resolverse consultando un fragmento destacado.
  2. Una url puede posicionar por varias de palabras clave aunque se optimice únicamente para una keyword: Esto significa que puedes llegar a obtener más tráfico de lo que indica el volumen de búsquedas de la keyword hacia la que quieres enfocar tu contenido.

En definitiva, aunque el volumen es un factor a valorar, el tráfico potencial es un mejor indicador.

Algunas herramientas SEO como Ahrefs te indican este valor tomando como referencia una suma del tráfico estimado que está recibiendo la url en el top de resultados de Google para esa keyword por todas las palabras clave por las que está rankeando.

De esta forma, Ahrefs te ofrece una estimación real del tráfico potencial que podrías obtener si consigues que tu web rankee por encima de esa url.

Valora qué importancia puede tener esa keyword para tu web

Es cierto que el volumen y el tráfico potencial son dos factores clave a la hora de valorar qué palabras clave trabajar en tus contenidos. Sin embargo, es importante que te plantees si el tráfico que vas a atraer potenciando esa palabra clave realmente te interesa.

A la hora de escoger una keyword es importante que te preguntes qué beneficios tendrá para tu negocio trabajarla. ¿Podrás conseguir ventas? ¿Dar a conocer tu marca? ¿Empezar a construir una relación de valor con tus clientes?

En definitiva, por muy interesante que sea una keyword y por mucho tráfico que te traiga, si realmente no te ayuda a conseguir conversiones, ¿realmente merece la pena trabajarla?

Cada vez veo más marcas y negocios online que tratan en su blog temas que tienen poco o nada que ver con sus productos o servicios. Generan artículos que pueden estar funcionando en Google o en redes sociales pero que realmente no les están sirviendo de mucho desde el punto de vista empresarial.

En resumen, si te dedicas a vender quesos, háblame de cómo es el proceso de elaboración, crea un guía de compra para ayudarme a escoger el producto que mejor se adapte a mis gustos, explícame lo bien que maridan con un buen vino o cuéntame cómo tus quesos son la mejor opción para preparar un buen entrante en una cena con amigos pero no me hables de la serie de moda, del disco de Rosalía o de los mejores festivales de música para el verano. Bueno, si te hace mucha ilusión, háblame de ellos pero trabaja el resto de temas y/o no te quejes cuando a pesar del tráfico no aumenten tus ventas.

Un consejo: A la hora de plantear tu estrategia puedes crear una escala para valorar el potencial de negocio de cada artículo. Por ejemplo, prueba a utilizar esta valoración del 0 al 3:

  1. 0 = no hay ninguna forma de mencionar tu producto o servicio en el contenido.
  2. 1 = hay posibilidades de mencionar tu producto o servicio de forma puntual.
  3. 2 = Tu producto o servicio no es esencial para resolver el problema o en la situación planteada pero puede ser interesante.
  4. 3 = Tu producto o servicio es imprescindible para solucionar el problema o para disfrutar de la situación planteada.

Lo interesante de asignar una escala de valor a tus contenidos es que realmente puedes trabajar artículos 0 o 1 pero serás consciente de que es importante intercalarlos con otros que puedan traerte un tráfico más valioso para tu modelo de negocio.

Fíjate en la keyword difficulty

La keyword difficulty (KD) es un valor que estima la dificultad para rankear una palabra clave en el top de resultados de Google. Es una escala que generalmente se calcula con valores de 0 a 100 tomando como referencia la cantidad de dominios que están enlazando a las páginas en el top 10 de resultados de Google.

Cuando más alta sea la keyword difficulty, más complicado resultará conseguir que tu url posicione por ella. Del mismo modo, una palabra clave con una KD baja representa una buena oportunidad para posicionar rápidamente y con menos esfuerzo.

Analiza la intención de búsqueda de los usuarios

La intención de búsqueda hace referencia básicamente a qué tiene el usuario en mente cuando introduce esa keyword en Google. Habitualmente, cuando un usuario hace una búsqueda en Google quiere una de estas tres cosas:

  1. Aprender algo.
  2. Comprar algo.
  3. Encontrar una página web concreta.

La intención de búsqueda es fundamental a la hora de elegir una keyword porque Google tiende a priorizar aquellos contenidos que mejor responden a las necesidades del usuario. Por eso, es fundamental introducir la palabra clave que te interesa trabajar en tu contenido y ver qué tipo de resultados arroja Google.

Valora tu experiencia en el tema

Google tiene en cuenta tanto el contenido como quién lo está ofreciendo. Por eso, la autoridad de tu web y especialmente, la relación que tiene con el tema que trates en tus contenidos, es un factor de ranking fundamental.

¿Has oído hablar de los parámetros EAT? Estas siglas hacen referencia a la experiencia, autoridad y confianza de una web. Trabajarlos es fundamental para que tus contenidos obtengan mejores resultados en Google, especialmente desde la helpful content update.

La intención de Google es ofrecer a los usuarios contenidos de calidad elaborados por personas con autoridad sobre el tema. Esto significa, por un lado, que deberías identificar correctamente al autor o autora de tus contenidos y, por el otro, que cuanto más alineados estén tus contenidos con tu área de negocio, mejor.

Alinea tu contenido con la intención de búsqueda de los usuarios

Una vez que has elegido tu keyword es el momento de ponerte a plantear tu contenido. Como te he adelantado antes, ofrecer a los usuarios lo que realmente están buscando es fundamental para que tu contenido funcione. Por eso, en este apartado te cuento los tres puntos clave que tienes que tener en cuenta para alinear tu contenido con la intención de búsqueda de los usuarios. ¡Vamos a ello!

Tipo de contenido

Lo primero que necesitas saber es qué tipo de contenido espera el usuario cuando hace una búsqueda concreta. ¿Realmente quiere encontrarse con un artículo?

Para responder a esta pregunta, simplemente introduce la keyword que te interesa trabajar en Google y fíjate en qué tipo de resultados predominan en los resultados que ofrece el buscador. Te aconsejo fijarte también en los primeros tres resultados que aparezcan para las keyword que Google te ofrezca en el apartado de “búsquedas relacionadas”.

Como recordatorio, los tipos de contenido más habituales son artículos, fichas de productos, categorías y landings.

Asegúrate de que los usuarios realmente esperan encontrar un artículo cuando buscan la palabra clave que pretendes optimizar y en caso afirmativo, podemos pasar al siguiente punto.

¿Un consejo? En el caso de que estés optimizando un contenido ya redactado y detectes que realmente no está respondiendo a la intención de búsqueda del usuario, te recomiendo buscar términos relacionados o sinónimos para reenfocarlo.

Formato

Una vez que tienes claro que los usuarios realmente están buscando un artículo cuando introducen la keyword que te interesa posicionar en Google es el momento de determinar qué tipo de contenido están demandando.

Estos son los formatos más habituales que se pueden emplear para redactar un artículo SEO:

  1. Guías: Un contenido que explique cómo hacer o solucionar algo.
  2. Tutoriales paso a paso: Un contenido que guía al usuario a través de un procedimiento detallando qué hacer y en qué orden.
  3. Listicles: Un listado de recomendaciones u opciones dentro de un tema dado. El típico artículo de “mejores series de 2022” o “qué ver en Madrid en X días”.
  4. Artículos de opinión: Los contenidos más “periodísticos” que expresan la opinión del autor sobre un tema concreto. Habitualmente, estos contenidos suelen estar más enfocados a la marca.
  5. Reseñas: Similares a los artículos de opinión pero en vez de un tema tratan sobre una experiencia o producto concreto.
  6. Comparativas: Artículos que se centran en destacar los pros y contras de diferentes productos, experiencias u otras alternativas para ayudar al lector a escoger la más beneficiosa según sus necesidades y presupuesto.

Como sucede con la intención de búsqueda, lo ideal es adaptar tu contenido al formato más popular dentro del top de resultados de Google.

Enfoque

El enfoque del contenido hace referencia a la forma en la que vas a abordar la temática que vas a desarrollar. En este caso, más que ayudarte a posicionar puede servir para atraer tráfico o para aumentar las posibilidades de ser compartido en redes sociales.

Por ejemplo, imagina que estás redactando una guía. Un enfoque para tu contenido puede enfocarse en cómo resolver el problema de una forma sencilla pero también rápida o eficaz. Además, si tienes experiencia en el tema, también puedes indicar que explicarás cómo solucionar el problema como un experto.

La clave está en la honestidad. Siguiendo el ejemplo planteado, posiblemente no será posible hacer un tutorial que te enseñe a resolver un problema como un experto de una forma rápida y eficaz. Piensa realmente en qué le puedes ofrecer a tu audiencia y céntrate en explotar tu ángulo.

Aplica buenas prácticas SEO

¿Ya tienes tu keyword? ¿Sabes qué tipo de contenido quieres hacer/actualizar y cómo trabajarlo? Ya puedes ponerte manos a la obra. Ahí van algunas buenas prácticas que puedes aplicar para optimizar cualquier contenido para SEO independientemente de que sea una actualización o lo estés redactando desde cero.

Asegúrate de que tu contenido es comprensible para el usuario medio

Un contenido bien redactado desde el punto de vista SEO siempre será el que mejor comunique. Muchas veces caemos en el error de querer “lucirnos” a la hora de escribir un artículo y demostrar lo buenos redactores, periodistas o copies que somos… Al final, lo que acabamos logrando es que un gran porcentaje de usuarios no comprenda lo que queremos transmitir.

El máximo objetivo de un redactor SEO es que cualquiera pueda comprender qué está contando en su contenidos. Además, también es recomendable intentar que sus textos sean lo más amenos posible. Ahí van algunas recomendaciones básicas:

  1. Utiliza frases simples y párrafos cortos: En mi opinión, saber colocar bien los puntos es uno de los aprendizajes más útiles si aspiras a ser un buen redactor o redactora SEO. Olvídate de las subordinadas, los párrafos complejos o las estructuras gramaticales rebuscadas. Además de correr el riesgo de no estar utilizándolas bien, también estás complicando tu contenido sin ningún sentido.
  2. Evita los términos especializados y excesivamente técnicos siempre que no sean necesarios: Por supuesto, todo depende de la temática a tratar, pero en líneas generales, si existe una forma más sencilla de decir lo que estabas diciendo… Úsala.
  3. Aprovecha todos los elementos a tu disposición para amenizar el texto: Negritas, cursivas, encabezados, imágenes, vídeos…

Optimiza tu title y metadescripción

Los titles y las metas son dos pilares básicos en la optimización SEO de contenidos ya que son lo primero con lo que se encontrará Google al rastrear tu página.

Algunas recomendaciones para la creación de titles:

  1. Asegúrate de incluir tu palabra clave.
  2. Ajusta tu H1 y tu title: Pueden ser exactamente iguales o jugar con alguna escasa variación.
  3. Haz que sea informativo pero también atractivo para el usuario.
  4. Utiliza entre 40 y 60 caracteres.

Recomendaciones para tus metadescripciones:

  1. Asegúrate de que respondan a la intención de búsqueda del usuario.
  2. Fíjate en qué está haciendo la competencia y especialmente en las metadescripciones de los resultados de Google Ads.
  3. Trabaja una metadescripción única para cada una de tus urls.
  4. No utilices más de 160 caracteres.

Utiliza urls SEO friendly

Mi recomendación en este sentido es que te asegures de que tus urls son lo más sencillas y comprensibles posible. Para ello, lo ideal es evitar que las urls muestren las subcarpetas anteriores (la categoría a la que pertenecen) y hacer que sean un match exacto con la keyword por la que quieras posicionar.

Optimiza las imágenes

Las imágenes también son una parte fundamental de tu estrategia SEO y por eso deberías trabajarlas cuando estés optimizando tus contenidos.

Un punto clave es asegurarte de que tienen el tamaño adecuado para evitar que su peso afecte a la velocidad de la página web. También es fundamental que no abuses de ellas y las emplees únicamente cuando sea relevante.

Del mismo modo, asegúrate de rellenar sus titles y sus etiquetas alt.

Aprovecha el enlazado interno y externo

Siempre que el contenido lo demande (en ocasiones no será necesario) es fundamental incluir enlaces que apoyen tu contenido. Puedes incluir links a medios relevantes que hayas utilizado como fuente para redactar tu artículo y enlaces internos a otros artículos o partes de tu web con los que ampliar información.

En ecommerce también es recomendable utilizar los contenidos para promocionar productos y servicios que puedes incluir mediante enlaces.

Experto SEO

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